miércoles, 14 de octubre de 2009

La Copa de la Coronación y el primer partido disputado en Cantabria




En 1902 ya había algunos equipos de fútbol en las grandes urbes españolas. La Institución Libre de Enseñanza había introducido el fútbol en Madrid y Carlos Padrós Rubio, presidente de la Unión Madrileña de Clubs de Foot-Ball, continuaba su labor deportiva cuando surgió el adelanto de la mayoría de edad de Alfonso XIII. El joven monarca, hijo póstumo de Alfonso XII y de María Cristina de Habsburgo-Lorena, en realidad había sido proclamado rey desde que nació, pero el 17 de mayo, con motivo de su decimosexto cumpleaños, fue declarado mayor de edad asumiendo el trono y poniendo fin a la regencia de su madre. Su primer acto fue el de jurar ante las Cortes la Constitución de 1876, gesto que los madrileños celebraron organizando unas fiestas que llamaron de la Coronación, y a las que se sumaría la propuesta de Padrós para organizar un campeonato futbolístico que por primera vez acogiera a los clubes de todo el territorio nacional para disputar una Copa.

Las fiestas de la Coronación


Las celebraciones y festejos en honor a Alfonso XIII fueron muy concurridos al fundirse con el clamor de las fiestas patronales de San Isidro. Incluso desde Santander una amplia representación de cigarreras y pescaderas de la ciudad se desplazaron a la Corte en trenes botijo para acudir a las fiestas. Las principales calles madrileñas se iluminaron con el invento eléctrico de las bombillas, hubo fuegos artificiales, verbenas, bailes, una corrida de toros y el mencionado torneo futbolístico. La Unión Madrileña de Carlos Padrós había invitado a las sociedades futbolísticas conocidas a participar, aunque la cercanía de los exámenes (la mayor parte de los futbolistas eran estudiantes) impidió a varios equipos disponer de sus mejores jugadores. Falló el Hispania, el Universitary, el Recreation Club Huelva... y se inscribieron el Madrid F. C., el New F. C. de Madrid, el F. C. Barcelona., el C. D. Español y el Vizcaya, este último equipo constituido por jugadores del Bilbao F. C. y el Athletic Club que se formaba ocasionalmente para unir sus fuerzas.

El concurso de foot-ball se celebró en el Campo de Polo del hipódromo madrileño y el partido final se disputó entre el Vizcaya y el F. C. Barcelona. Hubo un buen ambiente de expectación porque los cronistas aseguraban que era poco menos que imposible transitar por los alrededores del campo, por la afluencia de coches, automóviles y caballos. Ganó 2-1 el Vizcaya y la Copa de la Coronación, que en realidad fue donada por el ayuntamiento de Madrid, pasaría a las vitrinas del Athletic de Bilbao. Al año siguiente, ante el éxito obtenido, se celebraría un segundo campeonato, pero esta vez sería el rey quien donaría el trofeo, posibilitando la celebración del primer Campeonato de España de Fútbol que disputaba la Copa del Rey.

La Copa del Rey y la organización y normas para obtenerla, también serían en España dinamizadoras del fútbol, y en Cantabria un motivo importante para que los jóvenes se animaran a organizar el primer partido.

El primer match de foot-ball

La Copa de la Coronación que se había disputado en la capital de España, y el hecho de que el joven rey Alfonso XIII anunciara su visita a Santander, provocó un ambiente festivo en la ciudad y las condiciones idóneas para que un grupo de jóvenes se animara a presentar en sociedad el nuevo deporte. Santander ya era destino turístico de veraneantes atraídos por las saludables excelencias de los baños de ola, y entre ellos se encontraba un nutrido grupo de familias de destacada posición social, cuyos hijos, educados en los mejores colegios nacionales y extranjeros, estaban muy familiarizados con el deporte. Aquellos jóvenes que conocían el fútbol quisieron participar en los actos de recibimiento al joven monarca con la organización de un partido de fútbol.

Tras algunos problemas de fecha, el histórico encuentro se disputó en el barrio santanderino de La Albericia dos días antes de la llegada de Alfonso XIII a Santander, el 11 de agosto de 1902. El diario santanderino La Atalaya publicó al día siguiente lo que podemos definir como primera crónica futbolística en Cantabria. En una de sus columnas enunciada como “Notas de Sport”, el periódico aludía al lugar de la celebración del encuentro, “en el hipódromo”, y explicaba la situación en la que se encontraba este deporte:

“Aunque el foot-ball no es completamente desconocido en Santander, debido a que muchos jóvenes educados en el extranjero habían jugado ya, y otros procedentes de Barcelona y Bilbao, y el jugado últimamente durante las fiestas de la coronación por los Clubs de Madrid, Vizcaya y Barcelona, sin embargo, hasta la fecha, y debido a causas diversas, no se habían podido reunir los valiosos elementos con que aquí contamos y que con la preparación conveniente es indudable que muy pronto el joven Club podrá competir con los mejores conocidos”


El partido se disputó en la pista central del hipódromo de La Albericia. Allí llegaron cuatro carruajes ocupados por los jugadores y un grupo de bicicletas y caballos que transportaron a pocas decenas de personas que acudieron al acontecimiento con una gran curiosidad. Entre los jugadores no hubo suficientes para organizar un once contra once, así que se decidió formar dos equipos de nueve. En el primero formaron Juan Zorrilla como goal-keeper (portero); Enrique Vial, Angel A. Mayora (capitán) y Pedro García como halfs-back (medios-defensas); y Mr. H. S., Mr. Garrate, Antonio Maura, Francisco Cossío y Juan A. Gamazo como forwards (delanteros). El otro conjunto estaba compuesto por José Abarca (portero); Eduardo Camino, Gonzalo G. de los Ríos (capitán) y Jacinto Rossés (medios-defensas); y Honorio Maura, José Beraza, Jacobo Roldán, Alberto Corral y Francisco Pérez como delanteros. El resultado final de aquella presentación oficial del fútbol en Cantabria fue de empate a dos goles. No hubo árbitro, y eran los propios jugadores los que noblemente cantaban las faltas.
El Cantabria F. C: el primer equipo
Después de aquel histórico encuentro, los futbolistas decidieron constituir un club al que denominaron Cantabria F. C., fijando como equipaje los pantalones y camisola blancos, con fajín rojo y blanco, igual que la matrícula marítima de Santander.

Además de servir para crear el primer club de fútbol de Cantabria, el primer partido fue una prueba para preparar el que se celebraría días después con público. Se eligió el hipódromo para jugar, no sólo por lo adecuado del terreno, sino porque la presentación del fútbol en Cantabria fue también una espectáculo añadido a las carreras de caballos que requería una puesta en escena in situ. En el intermedio de las que se celebraron el 1 de septiembre de 1902, con un público numeroso, saltaron al terreno de juego 22 jugadores del Cantabria F. C. y los tres jueces de campo, actuando de árbitro Enrique Iglesias, y de jueces de banda Felipe Resines y Enrique Vial. Se jugaron dos tiempos de 30 minutos para no interrumpir en exceso las carreras, y los jugadores vestían camisa y pantalón blancos, con gorro blanco, cinturón y botas. Los equipos se distinguían por un lazo atado en el brazo. Unos lo llevaban rojo, y otros azul. Todos se lo tomaron muy en serio, de tal manera que incluso hubo varios lesionados, seguramente por la inexperiencia y por la fogosidad y amor propio que pusieron en el partido. Lo cierto es que fueron atendidos de contusiones y rozaduras leves por miembros de la Cruz Roja que había acudido al hipódromo, y algunos de ellos tuvieron que retirarse. El equipo con lazo rojo presentó la siguiente alineación: José Beraza, Roberto Corral, Fernando Pombo, Mr. Robison, Mr. Garrate, Vicente Labat, Manuel Maura, Pedro Pombo, José María Araluce, Bustamante y Jacobo Roldán. Y el equipo con lazo azul: Honorio Maura, Manuel Pombo, Francisco Cossío, Antonio Maura, Pedro García, Juan A. Abarca, Cristino Pardo, Olavarría, Enrique Camino, Luis Bolado y Gutiérrez. Tras el partido cada uno de los futbolistas recibió de “bellas mujeres” una medalla conmemorativa del partido que llevaba grabado: “Match Foot/ball 1902”, y por el anverso, el escudo de la ciudad de Santander.

Entre los pioneros del fútbol en Santander se encuentran nombres de destacadas familias que veraneaban en la ciudad. Señalamos por ejemplo a los hijos de Antonio Maura (Antonio, Honorio y Manuel), y a Francisco de Cossío, hermano del académico de Tudanca, José María, que llegaría a ser presidente del Racing. También había representación santanderina con hombres como Pepe Beraza, gran deportista y uno de los primeros periodistas deportivos desde las páginas de El Cantábrico con el seudónimo de Yost, y tres miembros de la familia Pombo, Manuel Pombo Polanco, Pedro Pombo Romero y Fernando Pombo Ybarra, que también llegaría a ser presidente del Racing.

1 comentario:

  1. No soy nada futbolera como bien sabes, Raul, pero me quedo "patidifusa" con lo que escribes. Es muy interesante, curioso y singular. Detras de tus articulos hay sin duda un gran trabajo de investigacion. Enhorabuena!!

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